Si tu me dices ¡ven! lo dejo todo...
No volveré a siquiera la mirada
Pero dímelo fuerte, de tal modo
que tu voz, como toque de llamarada,
vibre hasta el más intimo recodo
del ser, levante el alma de su lado
y muera el corazón como una espada.
Si tu me dices ¡ven!, todo lo dejo.
Llegare a tu santuario casi viejo,
Y al fulgor de la luz crepuscular;
mas de compensarte mi retardo,
difundiendo ¡Oh Cristo! ¡como nardo
de perfume sutil, ante tu altar¡
Amado Nervo Para: Brenda
De:________________
ponga el nombre aquí.
TU DEBES DECIR...VEN GEORGIE!
ResponderEliminar